miércoles, 20 de noviembre de 2013

Al comenzar el día...

Himno de la mañana,
Esto dice Dios al hombre
antes que el día comience:
Que el pan no venga a tu mesa
sin el sudor de tu frente.


Ni el sol se te da de balde,
ni el aire por ser quien eres:
las cosas son herramientas
y buscan quien las maneje.



El mar les pone corazas
de sal amarga a los peces;
el hondo sol campesino
madura a fuego las mieses.



La piedra, con ser la piedra,
guarda una chispa caliente;
y en el rumor de la nube
combaten el rayo y la nieve.



A ti te inventé las manos
y un corazón que no duerme;
puse en tu boca palabras
y pensamiento en tu frente.



No basta con dar las gracias
sin dar lo que las merece:
a fuerza de gratitudes
se vuelve la tierra estéril.» Amén.


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